Trabajar la autoestima para superar los complejos
En este blog hacemos referencia constantemente a los mejores consejos para llevar a cabo una vida activa y saludable. Sin embargo, cuando hablamos de personas sanas, solemos pensar en personas físicamente saludables, y a veces olvidamos la importancia de la salud mental.
Un estilo de vida saludable no es solo aquel que te lleva a tener un cuerpo sano, sino también aquel que se preocupa por cuidar la salud mental. Y es aquí, cuando vinculamos salud mental y cuerpo, cuando nos surge uno de los problemas más comunes que nos encontramos en la salud emocional de las personasen en la actualidad: los complejos físicos.
Aunqure los físicos no son los únicos tipos de complejos que nos podemos encontrar, inseguridades hay de muchos tipos y clases, en este artículo vamos a focalizar en como afrontar aquellas inseguridades físicas que nos pueden atormentar.
¿Qué son?
En primer lugar vamos a describir qué es un complejo físico. El diccionario de la Real Academia de la Lengua española define el complejo es su acepción psicológica como «conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento».
Basándonos en esta definición, vamos a extraer algunas premisas:
- Ideas, emociones o tendencias. En primer lugar, la definición ya nos empieza a dar una aproximación de qué es un complejo. Los complejos son ideas y emociones, es decir creaciones del propio sujeto, y por tanto dependientes solo y exclusivamente de él. Esto nos podrá ayudar más adelante a entender que somos dueños, y como tal podemos trabajar sobre ellos.
- En segundo lugar hace referencia a que son generalmente reprimidas y perturban tu comportamiento. Focalizando en los complejos físicos, una de las respuestas más comunes de las personas que tienen algún complejo físico es tratar de ocultarlos socialmente. Se percibe ese aspecto físico como una debilidad y por tanto, ha de ser ocultada para evitar ataques externos. Esto nos puede llevar incluso a dejar de hacer cosas que nos gustaría con tal de no exponernos, como puede ser por ejemplo ir a la playa o vestir de una determinada manera.
- En tercer lugar menciona que son asociadas a la experiencia del sujeto. El origen de los complejos puede ser múltiple y diferente en cada caso, pero sí existe una regla general aplicable a la mayoría de casos: el pasado. Lo explicamos en el siguiente apartado.
Causas
Como decíamos, la causalidad de los complejos es muy diversa, pero los psicólogos expertos en esta materia, apuntan a que un elemento común aplicable a la gran mayoría de casos es que están asociados a situaciones desagradables del pasado vinculadas a ese aspecto físico, sin que lleguen a ser considerados traumas.
Es evidente que no nacemos con los complejos instaurados en nuestra mente, sino que son una creación individual basada generalmente en la comparación de nosotros mismos con los cánones sociales, y que especialmente en edades tempranas puede ser muy complicado de gestionar dado que aún estamos “fabricando” nuestra auto-estima.
En este punto conviene hacer mención a la importancia que tiene hoy en día que las personas más jóvenes hagan un uso responsable de las redes sociales. Las redes sociales, como vienen haciendo la televisión, las revistas, y especialmente la publicidad mucho tiempo, muestran una irrealidad que si no se mira con cierta perspectiva, puede generar unas expectativas que al no poder alcanzar generarán frustración.
Los más jóvenes han de entender que las redes sociales no muestran la realidad, sino solo aquella parte de la misma socialmente aceptada, y por tanto todo aquello que no entra dentro de esos estándares sociales, es ocultado.
Consejos para superarlos
En primer lugar, es importante entender que superar los complejos físicos es un proceso, que será diferente en cada persona, y más o menos difícil según cada caso, y te recomendamos que acudas a un especialista para que te ayude en este proceso si lo crees conveniente.
Aquí te ofrecemos algunas ideas para que te ayuden a reflexionar y comenzar este proceso de liberación:
Reforzar la auto-estima
Como hemos dicho anteriormente, los complejos tienen que ver con la valoración propia que hacemos de nosotros mismos en comparación con los demás. Cuando pensamos en nuestros complejos, pensamos en el rechazo que va a generar en los demás, sin embargo esta anticipación del rechazo, hace que los primeros que nos interpongamos barreras seamos nosotros mismos. La aceptación propia es uno de los elementos fundamentales a trabajar en la superación de los complejos. Más adelante te ofrecemos unas ideas para trabajar la autoestima.
No anticipes el rechazo de los demás
La anticipación de la reacción de los demás a nuestro aspecto físico es uno de los factores que nos lleva a limitarnos y evitar muchas actividades que nos gustaría practicar. Al respecto te proponemos dos preguntas: ¿es un rechazo real o es como tú te lo imaginas? y en caso de que ese rechazo fuere real por algunas personas, ¿no es una buena oportunidad para valorar qué personas merece la pena tener a tu alrededor y a quienes no debes dedicar ni un minuto más de tu tiempo?
Tú eres un todo, eres un cuerpo y una personalidad, entre otras muchas cosas, y aunque todo puede ser trabajado para ofrecer la mejor versión de ti mismo, todos y cada uno de esos detalles forman tu identidad como ser único, por supuesto diferente a los demás. ¿No seríamos un poco aburridos si todos fuéramos iguales?
Invierte tu tiempo en pensamientos positivos
Gastamos una cantidad de tiempo ingente en pensar en los complejos e inseguridades. Sin embargo, ¿te has parado a pensar en aquellas partes de tu cuerpo o de tu personalidad que más te gustan? Si te cuesta encontrarlas, tendrás que dedicar más tiempo, pero una muy buena tarea sería invertir más tiempo en pensar aquello que más nos gusta de nosotros mismos y a lo que solemos darle muy poca importancia. Esto nos ayudará a reforzar la autoestima y afrontar los complejos desde una posición más segura.
Igual que nosotros solemos fijarnos en lo que más nos gusta de los demás, el resto de personas nos miran con el mismo prisma. Tendemos a ser mucho más duros con nosotros mismos de los que son los demás, y esto nos hace dibujar un escenario muy catastrófico.
Mírate desde fuera
Podría ser una buena acción vernos durante un día desde los ojos de otra persona. Esto a día de hoy la ciencia no nos lo permite, pero sí podemos hacer el esfuerzo de imaginarnos como nos ven los demás desde una perspectiva realista. Y si no somos capaces de llevar esto a cabo, siempre podemos preguntar a personas de confianza como nos ven. El resultado suele ser muy positivo.
Los complejos se disipan con el paso del tiempo
Una tendencia general también es a ir dándole menor importancia a los mismos con el paso de los años y a restarles valor. La experiencia nos ayuda a mirar los complejos con cierta perspectiva y por tanto a analizarlos con mayor objetividad. Esto nos debería ayudar a entender que cuanto antes comencemos este proceso, antes empezaremos a sentirnos más libres y a disfrutar de todo aquello que en algún momento nos privamos.
Tú eres mucho más que un cuerpo
Y aunque en este artículo hayamos hecho referencia a los aspectos físicos que nos generan malestar, has de entender que tú eres mucho más que un simple cuerpo. Las personas somos cuerpos, pero también somos valores, somos acciones, incluso somos la música que escuchamos, los libros que leemos, las experiencias que vivimos, los lugares que visitamos, la gente que conocemos… somos muchas cosas que hemos ido creando con el paso de los años, y muchas más que nos quedan por crear.
Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto
Buda