Cómo llenar tu nevera con alimentos saludables

¿Recuerdas la clásica pirámide de alimentación con la que tantas veces nos han explicado qué y cuantos alimentos debemos tomar a lo largo de la semana?

Si recuerdas la pirámide, en la base solían situarse los panes, cereales patatas o la pasta, es decir, aquellos alimentos que nos aportan hidratos de carbono y fibra. En actualizaciones posteriores de la pirámide sin embargo, las frutas, verduras y hortalizas han ocupado el lugar más importante. Conforme íbamos escalando en la pirámide, debíamos reducir la cantidad que consumimos de esos alimentos, llegando a la cúspide con alimentos ricos en grasas y azúcares que recomendaban consumir de manera muy excepcional.

Pues bien, nuestra nevera debería ser un reflejo de esa pirámide, ocupada mayormente por verduras, frutas y hortalizas, en menor medida por lácteos y legumbres, seguido de carnes blancas, pescados y huevos y finalizando por carnes rojas, embutidos, fiambres y dulces, que se recomienda un consumo esporádico. Por supuesto hay otros alimentos fundamentales en nuestra dieta que no conviene guardar en la nevera, como el aceite de oliva o los frutos secos, pero en este artículo nos vamos a centrar en aquellos con los  que vamos a ocupar nuestro frigorífico.

Alimentos principales

Cinco raciones diarias de fruta o verdura son la base de una dieta equilibrada y saludable, por lo que ya sabes cuales deben ser los alimentos fundamentales en tu nevera. Una buena práctica es consumir fruta y verdura de temporada, lo que te permite ir cambiando a lo largo del año de alimentos y no caer en la rutina. Si eliges frutas y verduras de diferentes colores te estarás asegurando una ingesta adecuada de nutrientes esenciales, además la nevera también puede ser un espacio para desarrollar tu arte, siéntete Warhol y combina los colores de tus alimentos de todas las maneras posibles.  Si eres estudiante, y tu nevera se parece más a un cuadro dramático de Munch, recuerda que las frutas y verduras, aunque sean seres vivos, no llegan solas a tu cocina. Saca unas horas de tu fin de semana para ir a hacer la compra. Además una buena foto de tu nevera puede generar muchos likes en Instagram.

La parte más fría de la nevera es la parte inferior, por lo que conviene reservar ese espacio para carnes y pescados que necesitan más frio que otros alimentos. No obstante los cajones que muchas neveras suelen tener en su parte inferior están más pensados para mantener en buen estado de humedad las frutas y verduras. Si tienes dos cajones, es conveniente separar frutas y verduras en diferentes espacios dado que suelen tener procesos de maduración diferentes, por lo que aquellas que maduran más tarde pueden ponerse malas antes si las tenemos juntas.

La puerta es la parte menos fría de la nevera por eso se suele reservar para bebidas y lácteos, pues son los alimentos que menos frio exigen para su conservación. Los envasados y alimentos ricos en grasas y azucares los vamos a colocar como Rosalía,  “con altura”. Tenerlos en la parte alta de la nevera les va a proporcionar el estado de frio suficiente para su conservación, y además los vamos a tener menos a nuestro alcance.

Consejos

Y con esto habríamos terminado de colocar nuestra nevera saludable. Pero déjame darte algunos consejos antes de terminar:

• Procura no guardar en el mismo espacio productos crudos y cocinados. Los productos cocinados ya han sido limpiados de bacterias, y los crudos podrían infectarlos de nuevo.

• La nevera no debe ser la puerta de una discoteca un sábado por la noche. Si quieres mantener la temperatura óptima, ábrela sólo cuando sea necesario.

• La nevera debe estar limpia y seca. Evita que cualquier líquido derramado o alimento en mal estado contamine de bacterias otros alimentos.

• Recuerda que junto a la nevera tienes el congelador, que puede ser un buen amigo para aquellos alimentos que no vayas a consumir a corto plazo.

• Revisa de vez en cuando la caducidad de tus alimentos. De lo contrario te acabarás encontrando restos fósiles dignos de estudio por paleontólogos.

• No llenes tu nevera como si se acercara el fin del mundo. Los alimentos necesitan ventilación, y si no dejas espacio entre ellos, estarás acelerando su proceso de maduración.

Conclusión

Sí, es verdad, la nevera es la parte más fría de tu casa, pero gracias a ella tus alimentos se mantienen en buen estado, así que cuídala, límpiala, revisa su contenido de vez en cuando, y sobretodo, ocúpala con alimentos variados y saludables. Cuidando tu nevera, te estarás cuidando a ti.