Las mejores frutas para el verano

Las mejores frutas para el verano

Llega junio, y con él las altas temperaturas. Este verano que cada vez aparece antes, nos motiva, especialmente este año, a salir a la calle y disfrutar de la luz del día yendo a la playa, a las terrazas o simplemente a dar un paseo.

Con las altas temperaturas se hace más importante si cabe una buena hidratación, que no solo conseguiremos a través del agua, que es sin duda la mejor fuente de hidratación, sino también a través de alimentos con alto porcentaje de agua que será muy recomendable incluir en nuestra dieta veraniega.

En general, todas las frutas contienen altos porcentaje de agua y por tanto son una buena fuente de hidratación además de aportarnos muchos nutrientes, vitaminas y minerales. En este artículo vamos a hablar de algunas de las mejores frutas, que no deben faltar en nuestra mesa durante esta temporada.

 

Sandía

Si hay una fruta que muchos asociamos a esta época del año esa es la sandía. La sandia es muy sabrosa, ideal para compartir en familia y da una sensación de frescor que hace que sea incluso una de las frutas favoritas en los más pequeños.

La sandía contiene un 94% de agua por lo que es enormemente hidratante. Es rica en potasio y magnesio. El potasio es esencial para la salud muscular y la buena circulación sanguínea. El magnesio es un potente antiinflamatorio y contribuye al buen rendimiento en el ejercicio físico. Además las sandías son ricas en vitamina A, esencial para el mantenimiento de huesos y diente furtes. Como casi todas las frutas que vamos a mencionar en este artículo, es rica en fibra y ácido fólico y aporta muy pocas calorías. 

Es un alimento muy fácil de conservar, aunque una vez abierta recomiendan mantenerla en la nevera o un lugar muy fresco y preferentemente tapada. La mejor temporada para consumir sandías es de mayo a agosto preferiblemente, aunque hoy en día se pueden encontrar sandías de gran calidad durante todo el año.

Dicen los expertos que para reconocer una buena sandía en el mercado, esta tiene que ser pesada, lo cual es un buen indicativo de que contiene bastante agua y no debe sonar muy hueca. Además es bueno comprobar que la piel está dura en toda la esfera.

La sandía es un alimento de moda no solo por sus enormes propiedades, sino también por las variedades que ofrece a la hora de cocinar. Por ejemplo una receta moderna es el gazpacho de sandía sustituyendo los tomates por esta fruta. También muchos utilizan la piel de la sandía cortada por la mitad como recipiente para servir zumos, ensaladas de frutas o incluso cocteles

 

Piña

La piña es otro de esos alimentos tropicales asociados al verano, no en vano la producción fundamental de esa fruta es en países de clima tropical. En España también se produce fundamentalmente en la isla del Hierro en las Islas Canarias, aunque es una producción insuficiente para la demanda del mercado.

La piña es un alimento muy rico en vitaminas C, B1, B6 y B9. Esta última, conocida como ácido fólico es muy beneficiosa especialmente para mujeres embarazadas para evitar la espina bífida. Además es rica también en potasio y magnesio, y contiene mucha fibra fundamental para el tránsito intestinal.

Es un alimento que contiene muy poca grasa y es baja en calorías, siempre y cuando se consuma de manera natural no en otras modalidades como yogures o en almíbar.

Una buena manera de comprobar si la piña que tenemos en nuestras manos está madura y lista para consumir es que sus hojas sean  bastante verdes y se desprendan con cierta facilidad. Dicen los entendidos que para conservarla durante bastante tiempo conviene guardarla boca abajo para compensar los líquidos que contiene y que no madura la parte de abajo antes que el resto de la pieza.

 

Ciruelas

Esta fruta la mencionamos en plural no solo porque es imposible comerte solo una sino también por la gran variedad que existen de ciruelas, que tienen nombres técnicos pero que  podemos diferenciar por colores: las amarillas, las verdes o las rojas entre otros tipos.

De nuevo es una fruta rica en fibra alimentaria, vitaminas K, E. C y A, potasio y aporta grandes propiedades antioxidantes.

Es una fruta que tiene un proceso de maduración muy rápido por lo que conviene consumirla en poco tiempo, dado que cuando está pasada puede resultar un poco indigesta. Es por ello que conviene conservarlas en la nevera, y no importa si cuando las compramos están duras pues no tardarán en estar perfectas para su consumo.

Muchas personas utilizan las ciruelas para hacer mermeladas y guardarlas en conserva para garantizarse la disponibilidad de este producto durante todo el año.

 

Cerezas

Esta es una fruta más vinculada a la primavera pues son los meses de mayo y junio cuando mejores cerezas podemos encontrar en el mercado, aunque se puede consumir también durante los meses de verano.

Las cerezas son ricas en vitaminas A. C, B1, B2 y B6, ácido fólico, y una de las características de esta fruta es que contiene melatonina, una hormona que muy pocos alimentos contienen y que ayuda a regular los ciclos del sueño.

Es una fruta con alto porcentaje en agua y poco en azúcar pero conviene no abusar de ella como suele ocurrir con este tipo de frutas tan pequeñas. Un puñado de cerezas al día es suficiente.

En España tenemos una gran producción de cerezas, destacan las del Valle del Jerte en la comarca de Extremadura. En las cerezas nos podemos guiar por su color, si están muy rojas, están perfectas para consumir.

 

Melocotón

Por último hacemos referencia a esta otra fruta tan sabrosa como es el melocotón. Un alimento muy utilizado en dietas de adelgazamiento por su capacidad para saciar. Mucha gente lo toma antes de las comidas para comer menos después.

Es un alimento que no contiene mucha fibra, aporta pocos hidratos de carbono y contiene poca grasa. Además es rica en magnesio y caroteno, por lo que tiene propiedades antioxidantes y aumenta el rendimiento deportivo. También tiene beneficios en el tejido óseo.

Sin embargo esta fruta presenta cierta controversia dado que hay mucha gente que tiene alergia a la piel del melocotón y por tanto les cuesta mucho consumirlo si no se lo dan directamente pelado.

Conviene conservarlo en un lugar fresco aunque no necesariamente en la nevera, dado que si está muy frio puede restarle sabor. En el mercado nos podemos encontrar varios tipos de melocotones que diferenciaremos tanto por su color, unos más amarillos y otros más rojizos, como por su tamaño y forma.

 

Estas son alguna de las muchas frutas sabrosas y nutritivas frutas que podemos consumir en verano. No obstante, los nutricionistas aconsejan acompañar siempre la fruta de alimentos ricos en proteínas como el queso, el pavo o los frutos secos.

Unos de los recursos más utilizados en la cocina durante los meses de verano son los batidos de frutas o las bebidas con verduras como el gazpacho. Poco hay que objetar a estas comidas siempre que contengan alimentos naturales y nutritivos, pero si conviene recordar que al ser alimentos ya triturados en batidos y bebidas, el cuerpo no necesita digerirlos y no los procesa por lo que van directos al torrente sanguíneo, lo que puede suponer una ingesta muy fuerte y directa de nutrientes. Para ello una recomendación es acompañar estas bebidas de una comida y así dosificar su ingesta.

Por último, aunque en verano apetezcan comidas frías, no te olvides de consumir legumbres. Las legumbres son ricas en minerales como el calcio, magnesio, potasio, cinc, fósforo o hierro. Algunas  ideas para consumir legumbres son las ensaladas de judías o lentejas, o el humus de garbanzos. 

 

 

 

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