Suplementos para la ansiedad y el estrés

Suplementos para la ansiedad y el estrés

Se ha estimado que casi en torno al 17% de las personas sufren problemas de ansiedad en algún momento de su vida.

No es de extrañar que muchas personas estén buscando suplementos para la ansiedad y el estrés. Afortunadamente, los estudios científicos han revelado una gran variedad de suplementos naturales que pueden ayudar con esta situación. Estas son algunas de las opciones más populares del mercado.

Valeriana

La valeriana es probablemente uno de los suplementos para la ansiedad más populares. Se ha utilizado durante generaciones para aliviar la sensación de estrés leve y promover el sueño natural.

Las investigaciones sobre la valeriana identificaron un compuesto específico conocido como "ácido valeriánico" responsable de sus propiedades ansiolíticas. Pero, ¿qué hace realmente el ácido valeriánico en el cuerpo? El sistema nervioso humano es un sistema complejo, con numerosos mensajes químicos que se transmiten por el cuerpo. Un elemento importante de este sistema es un mensajero químico (o "neurotransmisor") conocido como ácido gamma-aminobutírico.

Más comúnmente conocido como GABA, se une a receptores específicos dentro del cuerpo y puede afectar la transmisión de mensajes. Sin embargo, se ha demostrado que el ácido valeriánico actúa calmando la transmisión de mensajes que de otro modo se interpretarían como estrés o ansiedad.

Omega 3

Con los años, los aceites de pescado omega 3 se han convertido en los suplementos más populares del mundo. Muchos de sus beneficios están relacionados con sus propiedades antiinflamatorias, que los han hecho comunes entre las personas que padecen enfermedades articulares o colesterol alto. Sin embargo, el aceite de omega 3 también puede ayudar con la ansiedad o el estrés.

La vida de los estudiantes universitarios puede variar mucho según sus niveles de estrés. Cuando se acerca la temporada de exámenes, las sensaciones de estrés o ansiedad pueden aumentar significativamente. Un estudio científico realizado durante el período de exámenes, cuando las hormonas del estrés tienden a estar en su punto máximo, suministró a los estudiantes una dosis de aceite omega 3 o un placebo. Los estudiantes que tomaron altas dosis de aceites omega 3 experimentaron una reducción del 20% en los síntomas de ansiedad, medidos por los niveles de hormonas del estrés en la sangre.

En otro estudio, se siguió a 500 pacientes con estrés, depresión o ansiedad durante un período de dos años. A lo largo de este tiempo, cada participante se sometió a pruebas periódicas para detectar su condición, además de llevar un diario de dieta y estilo de vida. Los resultados mostraron que las personas que comían una cantidad razonable de pescado, que es rico en aceites omega 3, tendían a tener, en promedio, un 30% menos de probabilidades de sufrir su enfermedad a largo plazo. Una de las cosas buenas de los aceites omega 3, por supuesto, es que no necesariamente se tienen que tomar en forma de suplemento. Como resultado, comer solo más pescado cada semana ayudará a aumentar sus niveles y podría tener un impacto beneficioso en las situaciones de ansiedad o estrés.

Magnesio

El magnesio desempeña una gran cantidad de funciones diferentes en el cuerpo, participando en alrededor de 300 procesos químicos diferentes. Estos incluyen funciones del sistema inmunológico, frecuencia cardíaca y densidad mineral ósea. También participa activamente en la transición de mensajes químicos a través del sistema nervioso.

Sin embargo, las encuestas nutricionales encuentran que alrededor del 70% de los hombres y el 80% de las mujeres no cumplen con la ingesta diaria recomendada de magnesio.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos años es el vínculo potencial entre el magnesio en la dieta y los sentimientos de estrés y ansiedad. Un estudio muy relevante llevado a cabo en Noruega, 5.708 individuos informaron de su dieta típica. Al mismo tiempo, también completaron un cuestionario diseñado para evaluar cualquier síntoma de estrés, ansiedad o depresión.

Los resultados permitieron a los científicos estimar la ingesta diaria de varias vitaminas y minerales, mientras buscaban cualquier relación obvia entre los componentes de la dieta y los síntomas depresivos. Lo que quedó claro fue una clara relación inversa entre los síntomas depresivos y la ingesta de magnesio.

Otros estudios han intentado evaluar el impacto de la administración de dosis relativamente altas de magnesio (125-300 mg por día) a personas que padecen ansiedad o estrés. Estos tratamientos han llevado a una "rápida recuperación" según los científicos, incluso en casos graves de depresión.

Vitamina B

Hay ocho vitaminas diferentes que componen el complejo vitamínico B. Si bien no todos están implicados en casos de ansiedad y estrés, los estudios han sugerido que varias vitaminas B pueden tener un efecto sobre el estado de ánimo general.

En un estudio detallado, 9,670 voluntarios completaron una encuesta sobre la frecuencia de los alimentos y luego se les examinó cualquier síntoma de depresión, incluidos el estrés y la ansiedad. Los resultados mostraron una fuerte relación entre la cantidad de vitaminas B12 y B9 (folato) con síntomas depresivos.

En otro estudio, a los voluntarios se les recetó un suplemento de vitamina B para consumir diariamente durante un período de tres meses. Al final del estudio, el grupo de tratamiento reportó significativamente menos experiencias de depresión que un grupo de control no integrado.

La vitamina B es particularmente interesante, ya que es una de las vitaminas soluble en agua. Esto significa que el cuerpo no almacena vitaminas B; en cambio, cualquier exceso se elimina rápidamente. Por lo tanto, una ingesta dietética regular es importante para evitar deficiencias. Por lo tanto, tomar un suplemento de vitamina del complejo B a diario puede ser una excelente manera de evitar estas incidencias.

Conclusiones

La comunidad científica ha identificado una variedad de suplementos que tienen el potencial de ayudar con la ansiedad y el estrés. A menudo conocidos por los expertos como "ansiolíticos", muchos remedios tradicionales parecen tener una ciencia rigurosa para respaldar su eficacia.

En conclusión, aunque la ciencia es bastante convincente, vale la pena recordar que el estrés crónico y la ansiedad pueden ser muy perjudiciales para la salud. Además, pueden ser un indicio de problemas de salud bastante graves, ya que a menudo se asocian con una depresión leve.

En consecuencia, recomendamos a todos los lectores que consideren buscar asistencia médica profesional para descartar tales afecciones. Además, buscar la orientación de un médico antes de comenzar cualquier suplemento dietético para asegurarse de recibir consejos adecuados.