TDAH: síntomas y tratamiento

TDAH: síntomas y  tratamiento

¿Qué es el TDAH?

El TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es una condición de comportamiento heterogénea en la que el cerebro no funciona como debería, lo que genera problemas de atención, concentración e impulsividad.

Por lo general, se diagnostica en la infancia y se estima que afecta del 2% al 5% de los niños y adolescentes, de los cuales del 30% al 50% de los casos continúan hasta la edad adulta. El TDAH parece afectar más a los niños que a las niñas, sin embargo, existe cierta preocupación de que las niñas con TDAH puedan ser infradiagnosticadas porque a menudo presentan síntomas más leves.

Si bien el TDAH en sí no se convertirá en otras condiciones de salud, los comportamientos impulsivos y caóticos típicos del TDAH pueden hacer que las actividades diarias sean difíciles y estresantes, como mantenerse organizado, mantener un trabajo, conducir un automóvil o mantener una relación. Las personas con TDAH también pueden mostrar signos de otros problemas de salud mental como ansiedad, comportamiento obsesivo-compulsivo o depresión.

Los síntomas del TDAH

Los síntomas comunes del TDAH son conductuales más que físicos, que se pueden dividir en los siguientes grupos:

Falta de atención:

  •      Se distrae fácilmente, pierde detalles o comete errores por descuido en la escuela u otras actividades.
  •      Olvida y pierde cosas fácilmente.
  •      Le resulta difícil concentrarse en una tarea y se aburre con una tarea tras unos minutos.
  •      Carece de habilidades organizativas y le resulta difícil cumplir con un horario.
  •      No parece escuchar cuando se le habla y le cuesta seguir las instrucciones.

Hiperactividad:

  •      Se mueve mucho, no puede quedarse quieto durante la cena, la escuela o en casa.
  •      No para de hablar.
  •      Da vueltas, toca o juega con cualquier cosa a la vista.
  •      Tiene problemas para realizar tareas o actividades tranquilas.
  •      Está constantemente en movimiento, nunca quieto

Impulsividad:

  •      Es muy impaciente, tiene dificultad para esperar su turno en los juegos.
  •      Puede soltar comentarios inapropiados.
  •      Muestra emociones sin restricciones.
  •      Actúa sin tener en cuenta las consecuencias.
  •      A menudo interrumpe conversaciones u otras actividades.

Debido a la falta de síntomas físicos, el TDAH puede ser complicado de diagnosticar. Los comportamientos inquietos y desatentos son bastante comunes en los niños pequeños y no son necesariamente resultado del TDAH.

Consejos para padres

    Planifica con anticipación: organiza el día para que tu hijo sepa qué esperar y divide las actividades en pasos estructurados para que sepan exactamente lo que deben hacer. Decir "prepárate para la escuela" puede resultar desconcertante para un niño con TDAH, pero será más fácil dar instrucciones claras como "cepíllate los dientes" o "ponte los calcetines".

    Establece límites: deja en claro qué tipo de comportamiento es aceptable y cuál no y sé coherente. Si se rompen las reglas, elimina un privilegio, como un juguete o un programa de televisión.

    Recompensa el comportamiento positivo: elogia las buenas acciones.

    Ejercicio: los niños con TDAH necesitan mucha actividad física para ayudarlos a quemar energía y dormir bien por la noche.

    Rutina: la falta de sueño puede exacerbar los síntomas del TDAH, así que trata de mantener constante la rutina de la hora de dormir.

    Habla con el maestro de tu hijo sobre cualquier apoyo adicional que pueda necesitar para reducir los problemas de conducta en la escuela.

Consejos para adultos con TDAH

El TDAH en adultos presenta dificultades para concentrarse en las tareas, recordar cosas y mantener un horario. Los siguientes consejos pueden resultar útiles:

     Utiliza un diario, usa recordatorios con post-it en casa y tómate el tiempo para planificar lo que necesitas. Esto te ayudará a mantenerte organizado.

     Encuentra formas de relajarte, como escuchar música o practicar yoga o meditación.

     Mantente activo haciendo ejercicio con regularidad. Esto también mejorará los patrones de sueño.

     Habla con tus compañeros para proponer cualquier tema que pueda mejorar el entorno de trabajo.

     Ponte en contacto con un grupo de apoyo local o nacional para obtener consejos e información de personas en una situación similar.

Dieta para el TDAH

Si bien es importante que todo el mundo siga una dieta sana y equilibrada, para las personas con TDAH esto puede ser particularmente beneficioso porque muchas personas detectan vínculos entre ciertos tipos de alimentos y el empeoramiento de los síntomas del TDAH. Llevar un seguimiento de la alimentación puede ayudarte a identificar patrones de alimentación y comportamiento, y realizar cambios en la dieta para adaptarla a tus necesidades.

Comidas que se deben evitar

  •     Azúcar: Los alimentos azucarados provocan 'picos' y 'caídas' en los niveles de glucosa en sangre, lo que resulta en hiperactividad, somnolencia, cambios de humor y falta de concentración.
  •     Cafeína: la cafeína tiene propiedades estimulantes leves que aumentan la frecuencia cardíaca y pueden aumentar los síntomas del TDAH, en particular la hiperactividad.
  •     Colorantes y aditivos alimentarios: los expertos recomiendan que las personas con TDAH eviten los colorantes artificiales, especialmente el rojo y el amarillo, los aditivos alimentarios aspartamo y MSG, los nitritos y el benzoato de sodio.
  •     Trigo y lácteos, en caso de intolerancia: si sospechas que tú o tu hijo sois intolerantes a ciertos alimentos, intenta evitarlos y comprueba si genera una diferencia en el comportamiento.

Alimentos aptos

  •     Alimentos ricos en proteínas: los frijoles, los huevos, el queso, las carnes y las nueces pueden ayudar a mejorar la concentración. El cerebro utiliza la proteína para producir neurotransmisores, que luego las células cerebrales utilizan para comunicarse entre sí.
  •     Pescado fresco: los alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 EPA y DHA ayudan a mejorar la salud del cerebro. Estos incluyen atún, salmón, caballa y otros pescados blancos de agua fría, además de algunas nueces y semillas.
  •     Carbohidratos complejos: ayudan a prevenir los "picos" en los niveles de glucosa en sangre y, cuando se comen por la noche, también pueden ayudar a dormir. Entre las buenas fuentes se encuentran las verduras y frutas ricas en carbohidratos.

Suplementos para el TDAH

Los suplementos para el TDAH pueden ofrecer una alternativa económica y segura. Sin embargo, estos nunca deben reemplazar un tratamiento médico recetado para el TDAH sin la aprobación de tu médico de cabecera.

Magnesio y vitamina B

El magnesio y la vitamina B son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y el cerebro, y existe evidencia de que los niños o adultos con TDAH obtienen beneficios de tomar suplementos de magnesio y vitamina B.

Zinc

El zinc es importante para el funcionamiento y la estructura del cerebro y se utiliza en la fabricación de neurotransmisores en el cerebro. También es necesario para el metabolismo de la melatonina, una sustancia similar a una hormona que ayuda a regular el sueño.

Los estudios muestran que los niños con TDAH a menudo tienen niveles más bajos de zinc y que los suplementos de zinc pueden reducir la hiperactividad y la impulsividad. Unas buenas fuentes alimenticias de zinc son los mariscos, las carnes rojas, los lácteos y las nueces entre otros alimentos.

Aceites Omega 3

Los aceites de pescado son uno de los suplementos mejor probados para el TDAH y se ha descubierto que son beneficiosos en algunos casos para los niños con TDAH. El aceite es rico en ácidos grasos omega 3 EPA y DHA, que ofrecen apoyo esencial al cerebro y al sistema nervioso.