Higiene personal: Evitar infecciones está en tu mano
La llegada del invierno no solo supone la bajada notable de las temperaturas, también la aparición de las famosas enfermedades víricas como resfriados y gripes vinculadas a esta época en la que nuestro cuerpo está expuesto a condiciones más difíciles. Es común la aparición de estas infecciones cada año a partir de los meses de octubre y noviembre, tras el respiro que nos suelen dar durante el verano.
Todos pasamos por épocas de constipados, resfriados e incluso gripes, y nos sobreponemos a ello porque contamos con sistemas inmunes potentes que consiguen expulsar a los virus que nos han infectado, no obstante, siempre que podamos evitar caer enfermos, especialmente durante estos meses de bajas temperaturas, se hará todo lo posible. Es por ello que en este artículo vamos a darte una serie de consejos de higiene y cuidado personal para que te protejas de todas esas bacterias y gérmenes que pretenden colonizar tu cuerpo y hacerte pasar unos días malos.
Lávate las manos frecuentemente
El primero de los consejos es el más básico, y que sin embargo la mayoría de las personas solemos hacer mal. Lavarse las manos no significa echarse agua en las manos, ni utilizar jabón para automáticamente eliminarlo con un chorro de agua. Cuando se habla de lavarse las manos adecuadamente se suele poner como ejemplo el lavado que realiza un cirujano antes de entrar a una intervención. Es un lavado de en torno a 15-20 segundos procurando frotar bien las manos y cada hueco entre los dedos para asegurarnos que el jabón elimina todas las bacterias que hayamos podido acumular en ellas.
También pueden usarse geles desinfectantes que puedes llevar en el bolsillo para cuando no sea posible lavarte las manos. No obstante, siempre que puedas, será más conveniente el lavado de manos.
Se hace tanto hincapié en el correcto lavado de manos porque es uno de los medios más frecuentes de contagio, dado que a lo largo del día tocamos muchas superficies expuestas a muchas personas, como pueden ser barras de transportes públicos, monedas y billetes, manillares de puertas etc. El riesgo no es como tal tocar estas superficies, sino el uso que hacemos de nuestras manos inmediatamente después. Esto nos lleva al segundo apartado:
Evita tocarte la cara constantemente
Es un gesto muy común el de frotarnos los ojos, rascarnos la nariz o mordernos las uñas. Sin embargo, como veníamos comentando, nuestras manos pasan a lo largo del día por numerosas superficies que han sido previamente tocadas por cientos de manos, y que podría provocar que pudiéramos infectarnos si, tras pulsar el botón de un semáforo por ejemplo nos tocamos los ojos.
Son estos gestos que llevamos a cabo en el día a día y que pueden entrañar cierto peligro de contagio de bacterias. Si nos concienciamos de la importancia de evitar estos gestos, estaremos asegurándonos evitar una de las principales vías de contagio.
A la hora de comer, manos limpias
Ni que decir tiene que, si no conviene tocarse la cara directamente tras haber tocado otros objetos, es igual de conveniente asegurarnos de tener las manos limpias cada vez que vayamos a comer algo, especialmente si vamos a comer con las manos.
Evita compartir recipientes como botellas o cubiertos con personas que puedan tener algún tipo de infección. Este sería una barra libre para las bacterias que tendrían vía directa a nuestro organismo. No se lo pongas tan fácil, si vas a comer, hazlo de manera segura.
Para cocinar, limpia frutas y verduras.
Este si es un hábito que se lleva más a cabo, pero nunca está de más recordarlo. Si vas a cocinar, recuerda lavar convenientemente la fruta y verdura que vayas a utilizar. Incluso si ellas tienen piel y las vas a pelar como las patatas, conviene pasarlas primero por agua para retirar los restos de suciedad que pudieran contener.
No conviene no obstante, lavar las carnes y pescados, que para eliminar las bacterias que pudieran contener se recomienda cocinarlos bien o incluso congelarlos previamente.
La comida, siempre limpia.
¡Cuidado con estos objetos!
Hay ciertos objetos que utilizamos con mucha asiduidad cada día y que se han demostrado ser focos de gérmenes: estos son las pantallas de móviles, ratones y teclados de ordenador.
Estos tres objetos con los que tan familiarizados estamos por el uso general y continuado que les damos, contienen hasta 30 veces más gérmenes que la tapadera de un váter. No es nada común limpiar la pantalla del móvil, el teclado o el ratón del ordenador, sin embargo son objetos que utilizamos muy a menudo y que también suelen pasar por muchas manos.
Para limpiar la pantalla del móvil será conveniente que te informes cual es el mejor método según tu marca de móvil, pero una simple limpieza con la gamuza de limpiar las gafas puede ser bastante útil. En cuanto al teclado del ordenador será más complicado dado que el hueco entre las teclas es difícil de acceder y suele almacenar gran cantidad de suciedad, pero siempre hay maneras de limpiarlo, como aspiradores o un simple plumero.
Ventilar espacios cerrados
Si en verano abrimos las ventanas para refrescar las casas, en invierno será conveniente para ventilarlas. Especialmente en aquellos lugares en los que transcurra mucha gente, o en la que ya haya alguna o varias personas con alguna infección vírica, es muy recomendable abrir ventanas y puertas para evitar que el espacio se convierta en un foco de infección.
Cambiar ropa de cama
Durante las épocas de mayor número de contagios por gripes o diferentes virus, recomiendan cambiar la ropa de cama más a menudo, especialmente aquellas partes que están en contacto con la cara como las fundas de almohada.
Además, es un buen momento para recomendar la conveniencia de utilizar fundas de almohada de seda en vez de algodón, dado que la seda es hipoalergénica y transpira mejor por lo que será más beneficiosa tanto para la salud como para la apariencia de tu piel.
Alimentación rica en vitaminas
En ningún artículo en los que hablamos de una vida activa y saludable, se nos pasa mencionar la importancia de una alimentación variada y completa, basada en alimentos naturales. En este caso concretamos que para temporadas de infecciones, puede ser adecuado aumentar el consumo de aquellos alimentos ricos en vitaminas y minerales que le den a tu cuerpo un refuerzo extra para afrontar las bajas temperaturas y las amenazas víricas.
Alimentos ricos en vitaminas son sobre todo las frutas y verduras, especialmente recomendamos frutas como las fresas, naranjas, limones, mango o piña que son especialmente ricos en vitamina c, esencial para combatir los virus.
A todo estos consejos podemos sumarle medidas básicas de higiene personal como pueden ser utilizar pañuelos desechables, toser o estornudar en la parte interior del codo en vez de con las manos, cortarse las uñas a menudo para no retener mucha suciedad entre la uña y la piel o cambiar el cepillo de dientes cada 2 o 3 meses.
Todas las recomendaciones citadas en este artículo son prácticas positivas no solo para llevar a cabo en periodos de más infecciones sino durante todo el año. No son acciones infalibles que te vayan a proteger de cualquier virus o enfermedad, pero si son buenas acciones que te harán estar mejor preparado ante las posibles amenazas de infecciones víricas como resfriados gripes o constipados.