Cómo nos Afecta la Luz en Otoño
Existen diferentes formas en la que la luz puede afectarnos a nivel físico y psicológico, pero con algunos cambios en nuestro estilo de vida podemos mejorar nuestro ánimo y minimizar los efectos que la falta de luz ejerce sobre nosotros.
La falta de luz en otoño
Cambios a nivel físico de la falta de luz
- Humor – la luz tiene un gran impacto sobre nuestro humor a lo largo del día. La luz natural que entra a través de las ventanas tiene un efecto calmante y relajante en nuestro estado de ánimo y las emociones; sin embargo, la falta de luz o incluso la luz artificial de mala calidad puede provocar depresión. La serotonina que produce nuestro cerebro cae en picado los días oscuros, causando efectos negativos en nuestro humor y estado de ánimo, mientras que en los días con más luz nuestra serotonina sube induciendo felicidad. Los días de sol somos simplemente más felices a nivel químico.
- Productividad y concentración – Los lugares en los que se supone que necesitamos estar despiertos y concentrados suelen estar iluminados con luces blancas y brillantes. La fuente de luz de estos lugares suele ser fluorescente por razones de coste y eficiencia energética. Sin embargo, la exposición prolongada a este tipo de luz puede causar nerviosismo e inquietud, de vez en cuando observamos bibliotecas que utilizan una luz más cálida para evitar esa incomodidad durante la lectura prolongada. Para una atmosfera tranquila atenúa un poco las luces, pero si quieres mantenerte centrado hazlas brillar con más fuerza.
- Ciclo de sueño – En humanos así como en otros animales nuestro ritmo circadiano (proceso biológico implantado en nuestro cerebro que oscila cada 24 horas) viene marcado por la exposición lumínica, y nuestro ciclo de sueño depende en mayor medida de nuestras acciones a lo largo del día. Los estudios han mostrado que la luz brillante al atardecer provoca retraso en el ciclo normal del sueño, haciendo que prefiramos irnos a la cama más tarde. Cuando nuestro ciclo natural se ve alterado puede provocar que suframos alteraciones también en nuestra salud, haciéndonos más propensos a sufrir enfermedades. Mantén una luz cálida y tenue en los dormitorios para que te prepare para dormir y ten mucho cuidado con los aparatos electrónicos cuando se acerca la noche, puedes ponerles un filtro rojizo para que no afecten a tu ciclo de sueño.
- Ojos – Aunque muchos lo ignoren, la luz ya sea artificial o natural puede dañar nuestros ojos de forma permanente. A todos nos han dicho alguna vez que no mirásemos el sol directamente, lo cual es totalmente acertado teniendo en cuenta que puede causar daño en la retina de forma permanente tan solo por mirar unos minutos. La luz artificial también puede ser perjudicial provocando migrañas y cansancio después de un largo día expuestos a ese tipo e luz. Pon especial atención cuando sales de un lugar oscuro a uno más iluminado y acuérdate de utilizar las gafas de sol.
- Toma de decisiones – Existen estudios que sugieren que expresamos nuestras emociones de forma más intensa cuando estamos bajo el influjo de una luz intensa. Así que no es de extrañar que los detectives de ficción pusieran un foco de luz en la cara de los sospechosos durante los interrogatorios, así dirían la verdad sin lugar a dudas. Si compras productos que tengan algún tipo de valor emocional, como flores o un anillo de compromiso, fíjate el tipo de luz que tiene el comercio, seguro que es blanca y muy luminosa. Por el contrario, la luz poco intensa reduce las decisiones emocionales en nuestro día a día.
Relación entre la luz y el humor
Fue Norman E. Rosenthal, el psiquiatra e investigador del Instituto Nacional de la Salud Mental el que en 1984 demostró por primera vez la relación entre la luz y la depresión de invierno. Conocida también como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), el cual se manifiesta con el cambio de estación, mayormente entre otoño e invierno, aunque en algunos casos también puede manifestarse al inicio de la primavera. Después de un tiempo la sensación de malestar desaparece. Sus síntomas típicos son:
- Exceso de comida, sobre todo dulces
- Incremento del peso corporal
- Hipersensibilidad y somnolencia frecuente
Las mujeres tienen entre 3 y 12 veces más posibilidades de sufrir este trastorno que los hombres, con una puntualización bastante interesante; antes de la pubertad y después de la menopausia no existen diferencias entre sexos.
Prevalencia según países
En cuanto a la prevalencia el debate sigue abierto, ya que no todos los resultados coinciden. En lo que coinciden al parecer es entre la relación que existe entre el área geográfica y la frecuencia de este trastorno. En cuanto a Europa los estudios mostraron una gran correlación entre la latitud y la frecuencia del TAE, por ejemplo:
- Finlandia (60° - 70° N) su prevalencia es del 5.4%
- Suecia (60.5° N) su prevalencia es del 5.3%
- Reino Unido (50° - 59° N) 5.6%
- Italia (38° - 45° N) 3.5%
- España (35° - 42° N) 3.2%
- Turquía (19° - 32° N) 3.3%
8 formas naturales de mejorar el humor en invierno
Existen diversas cosas que podemos intentar cambiar para mejorar el trastorno Afectivo Estacional:
- Haz tu entorno más luminoso - Cuando el cuerpo nos pide luz, una de las cosas que podemos hacer es sentarlos al lado de una fuente de luz artificial, también conocida como terapia de luz, durante 30 minutos al día para aprovechar sus efectos antidepresivos. Abrir las persianas y las cortinas así como cortar las ramas de los árboles que nos tapan la luz y sentarnos junto a la ventana también está indicado para recibir una dosis de luz extra.
- Elige tus alimentos – Algunos alimentos, como el chocolate, pueden ayudarte a mejorar el ánimo y eliminar la ansiedad. Otros sin embargo, como los caramelos o los carbohidratos dan sensación de euforia con rapidez, pero también pueden provocar más ansiedad y depresión.
- Simula el atardecer – Las personas que sufren de TAE, una forma de depresión que empieza al final del otoño o el comienzo del invierno y que se va cuando mejora el tiempo, pueden sentirse deprimidas, irritables, letárgicas y tener problemas para levantarse por las mañanas (sobre todo si aún es de noche). Algunos estudios han demostrado que simular el atardecer en nuestro dormitorio, a través de un sistema que transforma la luz haciéndola más suave ajustándose según la hora, puede servir como antidepresivo y facilitar el proceso de despertarse por las mañanas.
- Ve a dormir temprano – Para luchar contra la tristeza física típica del TAE es importante una buena calidad de sueño. Por eso es importante dormir al menos 7 horas por las noches además de no irnos a dormir muy tarde, de este modo nuestro cuerpo tiene suficiente tiempo para recuperarse apropiadamente y el cerebro no envía señales de estrés y depresión a nuestro cuerpo.
- Ejercítate – Un estudio de 2005 de la Universidad de Harvard sugirió que caminar 35 minutos al día 5 veces por semana o 60 minutos 3 veces por semana, mejoró los síntomas de la depresión moderada; Se demostró bajo un estudio preliminar, ejercitarse bajo una luz intensa mejoró la salud mental general, las funciones sociales, los síntomas de la depresión y la vitalidad, mientras que el ejercicio bajo luces normales solo mejoró la vitalidad. Puedes probar este tipo de ejercicio para mejorar los síntomas.
- Planea unas vacaciones – ¿Planeas unas vacaciones? Los estudios al respecto demostraron el el simple hecho de planear unas vacaciones, tenía efectos significativos en la felicidad en general.
- Sal a la calle – No es fácil animarse a salir a la calle cuando hace frío, pero los beneficios son considerables. Pasar tiempo fuera, hasta cuando hace frío mejora la concentración, reduce los síntomas del TAE y baja los niveles de estrés.
- Utiliza remedios naturales como el 5 HTP – Mucha gente utiliza 5 HTP en cápsula para mejorar el humor, porque es barato, efectivo y seguro. Se nombra a menudo como uno de los mejores suplementos para combatir los problemas de humor así como para mejorar el sueño. En Africa, el lugar nativo de la planta de la que se extrae (griffonia simplicifolia), se consume con la asiduidad en la que en occidente nos tomamos el café o el té, fue cuando ganó popularidad en EE.UU cuando empezaron a realizar investigaciones con respecto a su efecto en la química de nuestro cerebro.