Cómo cuidar de tus mascotas cuando se hacen mayores

Cómo cuidar de tus mascotas cuando se hacen mayores

 

Todos los dueños de mascotas saben que nuestras mascotas se acaban convirtiendo en parte de nuestra familia. Aquí os dejamos algunas sugerencias de cómo cuidar de ellos cuando se hacen mayores.

Cada una de nuestras mascotas es diferente, por ello tienen requerimientos y necesidades también diferentes, sobre todo cuando se hacen viejecitos. Os vamos a dar algunos consejos para asegurarnos de que disfrutan de una vejez agradable tanto para ellos como para vosotros.

A los perros y a los gatos se les suele considerar ya de edad adulta a partir de los 7 años, sin embargo la nutrición juega un papel importante en cuanto a envejecimiento se refiere. Una vez nuestra mascota empiece a mostrarse de una forma más calmada o tranquila podremos decir que han empezado a envejecer, será entonces cuando deberemos empezar a hacer visitas regulares al veterinario para asegurarnos de que están saludables. Es importante que no olvidemos que para que nuestra mascota sea feliz necesitará ejercicio y contacto físico.

 

Visitas regulares al veterinario

Las visitas al veterinario se harán más regulares a medida que nuestra mascota vaya envejeciendo, del mismo modo que nosotros acudimos al médico cuando vamos avanzando en edad. Llevar a tu mascota al veterinario cada 6 meses nos asegurará que están felices, sanos y que no hay nada de qué preocuparnos, y si lo hay podremos atender el problema a tiempo y tratarlo. Cada 6 meses puede parecer mucho pero teniendo en cuenta que cada año suyo equivale a 7, estaríamos llevándolo cada 3 años en comparación con nosotros. Tu veterinario le hará un examen físico completo y te preguntará si has notado algún tipo de cambio. Como nuestras mascotas no pueden hablar es importante que nos fijemos en su comportamiento de este modo nos daremos cuenta de si hay alguna diferencia, por ejemplo si tienen menos actividad de la normal o no comen suficiente, lo cual puede estar apuntando a algún tipo de enfermedad o problema.

 

Elegir una dieta adecuada

Las mascotas que son menos activas necesitan una dieta menos calórica ya que su metabolismo será más lento que cuando eran jóvenes. Limitar las porciones es crucial para mantener a tu mascota en el peso adecuado, será tu veterinario quien te aconseje cuanto debe pesar. Los suplementos son importantes en aquellas mascotas que tengan algún problema articular, añade glucosamina o aceite de hígado de bacalao a su dieta para ayudarles con la movilidad de las articulaciones. El veterinario puede establecer un plan personalizado que añada este tipo de suplementos.

 

Ejercicio suave

El ejercicio ayuda a que tu mascota mantenga un peso saludable, además de ayudar a que sus articulaciones se mantengan activas y en movimiento, algo que puede evitar que desarrollen artritis a la larga, sin embargo no debemos forzarles, debe ser un ejercicio agradable para ellos. Hay que tener en cuenta que muchos intentarán seguirnos el ritmo aunque no puedan, por ello debemos fijarnos en que no acaben agotados y de que descansen lo suficiente. Dar paseos o incluso nadar pueden ser dos buenos ejercicios para mantener la salud sin perjudicar las articulaciones de vuestras mascotas.

 

Contacto físico

El contacto físico con nuestras mascotas se convierte en algo cada vez más importante a medida que se hacen mayores, junto al masaje terapéutico; es especialmente bueno para aquellas mascotas que sufran de dolores articulares y muy agradable para aquellas que no los sufran, además crea lazos de unión con ellos, que sean felices les ayuda a tener una vejez agradable y feliz.

 

Resumen

Cuidar de tu mascota y cuidar de tu mascota en la vejez son dos cosas distintas, pero lo que es cierto es que una mascota es para toda su vida, no son un regalo de navidad ni un juguete, así que es importante que nos aseguremos de que podremos hacernos cargo de ellos siempre, especialmente cuando envejezcan. Llevarlos al veterinario cada 6 meses para asegurarnos de que están bien de salud, ajustar su dieta con ayuda de su veterinario para asegurarnos que reciben todos los nutrientes y suplementos necesarios, ejercicio regular pero suave para que sus articulaciones no se atrofien, contacto físico para demostrarles que son parte de nuestra familia y por último mucho amor y paciencia, pues cuando envejecen, ya no pueden moverse tan rápido como antes, escuchar o ver con la misma claridad, es importante que entendamos que no se desenvuelven de la misma manera que cuando eran jóvenes.


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